¿Y si una tesis doctoral fuera el germen de una carrera literaria?
Karl Marx, Hannah Arendt, Umberto Eco, Michel Foucault y Stephen Hawkings son solo algunos de los renombrados autores y ensayistas que escribieron grandes obras a partir de sus tesis académicas.
Karl Marx, Hannah Arendt, Umberto Eco, Michel Foucault y Stephen Hawkings son solo algunos de los renombrados autores y ensayistas que escribieron grandes obras a partir de sus tesis académicas.
El arduo trabajo de las tesis
Muchos libros que hoy en día son considerados referentes del pensamiento y las ciencias nacieron a partir del trabajo realizado en tesis doctorales. Sus autores son filósofos, científicos y pensadores que hicieron trabajos de investigación sobre ciertos temas y problemas específicos, cuyos resultados derivaron en aportes significativos para el desarrollo y pensamiento humano.
Hacer una tesis es una tarea ardua y compleja. Lleva años de estudio e investigación, y requiere un amplio conocimiento del tema elegido, ya que exige que el trabajo sea original y que a partir de él se pueda decir algo que no se haya dicho todavía.
Para hacerla se necesita tiempo, conocimiento y recursos, ya que implica encontrar un tema concreto y específico, recopilar la mayor cantidad de información existente al respecto, poner en orden el material, dar forma orgánica a las reflexiones surgidas y, sobre todo, hacerlo de modo que quien la lea, comprenda lo que se quiere decir y que pueda acceder a esos mismos documentos si desea reconsiderar el tema por su cuenta.
El semiólogo y filósofo italiano Umberto Eco publicó, en el año 1977, un libro llamado “Cómo se hace una tesis”, dirigido principalmente a estudiantes universitarios italianos. El propósito era ayudarlos a llevar adelante dicho proceso, teniendo en cuenta que las universidades italianas no contaban con la asistencia personalizada que sí tenían los estudiantes en Estados Unidos o Inglaterra.
En el libro, el autor explica los pasos necesarios para llevar adelante esa compleja tarea y brinda consejos prácticos para facilitar el trabajo del estudiante, desde la elección del tema y la búsqueda del material hasta la elaboración del plan de trabajo o las cuestiones relacionadas con la redacción, tanto provisoria como definitiva.
Pero además, allí explica algo fundamental, que tiene que ver con lo que la elaboración de una tesis aporta: un método de trabajo que sirve para aprender a ordenar las propias ideas y los datos que se recopilan, así como toda la experiencia que de ella se extrae.
Ha sido precisamente a partir de trabajos de tesis que luego autores renombrados han producido grandes obras, y aunque luego esa producción literaria no haya estado directamente vinculada con la temática de la tesis, ellas han sido de alguna manera el germen que posteriormente derivó en sus obras más renombradas.
De pensadores e investigadores a best sellers
➢En el año 1841, Karl Marx realizó su tesis doctoral en la Universidad de Jena, Alemania, la cual tituló “Diferencia entre la filosofía de la naturaleza de Demócrito y la de Epicuro”. Allí exploró el abordaje del tema en la antigua Grecia, centrándose en las diferencias entre estos dos filósofos. Pese a que su obra cumbre, “El Capital” (1867), parecía lejos de la temática de dicha tesis, aplicó una metodología crítica similar para entender las dinámicas de la economía política y reflexionó sobre los problemas de la historia y la economía desde el aprendizaje del pensamiento que realizó de esos filósofos griegos.
➢Hannah Arendt publicó su tesis doctoral denominada “El concepto de amor en San Agustín” en 1929, una investigación realizada bajo la supervisión de Kark Jaspers. Allí estudió la noción del amor según la visión del obispo de Hipona, quien destacó el amor al prójimo como vía de encuentro con Dios. Quince siglos después, Arendt secularizó el concepto y elaboró una teoría política basada en el amor al mundo, a la vida y a los hombres. Este trabajo inicial en filosofía y teología sentó las bases para la exploración de la naturaleza del poder y el mal, que vio su punto cumbre en la obra “Los orígenes del totalitarismo”, en donde, mediante un análisis del imperialismo del siglo XIX y de los regimenes totalitarios del siglo XX, Arendt intentó reconstruir las vicisitudes histórico-políticas que desembocaron en el antisemitismo.
➢Umberto Eco es otro caso paradigmático, ya que su experiencia académica en filosofía medieval influyó profundamente en su reconocida novela “El nombre de la rosa” . En 1956 el filósofo italiano defendió su tesis titulada “El problema estético en Santo Tomás de Aquino”, en donde exploraba la teoría estética en la obra del teólogo medieval. Este conocimiento del pensamiento medieval influyó directamente en la escritura de su obra “El nombre de la rosa”, en donde entrelazó una narrativa detectivesca como referencias históricas y filosóficas del siglo 15. Según sus propias palabras extraídas de su libro “Confesiones de un joven novelista”, cuando presentó su tesis doctoral, el examinador le señaló que la historia de sus indagaciones estaba presentada como si fuera una novela de detectives y que fue éste quien le sugirió que todo hallazgo en el transcurso de una investigación debía ser narrado de esa manera, una especie de historia policíaca, como si fuera el relato de la búsqueda de algún santo grial, y que eso intentó hacer después en todas sus obras.
➢Michel Foucault, filósofo francés, presentó en el año 1961, al licenciarse como psicólogo, una tesis doctoral titulada “Historia de la locura en la época clásica”. Allí expuso la evolución histórica de la concepción de la locura en la sociedad occidental desde la Edad Media hasta la época moderna, y exploró su definición y clasificación en diferentes contextos sociales y políticos. Al estudiar la forma en la que el “loco” era tratado (como marginados, un “apestado social”), y las soluciones propuestas para dicha cuestión (aislamiento e internación) se dio cuenta de cómo eran las estructuras de poder y control de ciertas sociedades, sentando las bases de sus obras posteriores. Fue precisamente en “Vigilar y Castigar”, uno de sus libros más emblemáticos, en donde exploró el modo en el que las instituciones y las prácticas sociales construyen y ejercen poder, aplicando los métodos históricos y críticos desarrollados en su tesis.
➢Stephen Hawking es otro caso emblemático. Su famosa obra “Breve historia del tiempo” reconoce sus raíces en su tesis doctoral de 1966, “Propiedades de los universos en expansión”, presentada en la Universidad de Cambridge. En dicha tesis abordó cuestiones fundamentales sobre el origen y la estructura del universo, y demostró cómo la teoría del Big Bang era físicamente posible. Cuando en 1988 publicó el libro de divulgación científica “Una breve historia del tiempo: desde el Bing Bang a los agujeros negros”, recogió el tema de su tesis y lo presentó de una manera más accesible y atractiva para el público en general, junto con otros temas de cosmología, convirtiéndose el libro rápidamente en un best seller.
La lista de autores que comenzaron de esta forma es larga: Mary Wollstonecraft, Neil deGrasse Tyson, Jacques Derrida, Nassim Nicholas Taleb, Yuval Noah Harari, Thomas Piketty, Slavoj Zizek, Judith Butler, Naom Chomsky, Angela Davis, Martha Nussbaum, Amartya Sen, Naomi Klein, Joan Didion, Elisabeth Kubler-Ross, Sherry Turkle, Steven Pinker, entre otros.
Entonces ¿Puede una tesis convertirse en un libro?
¡Claro que sí! Las tesis doctorales pueden ser mucho más que documentos académicos complejos y engorrosos a los que solo un tribunal examinador tiene acceso.Tampoco tienen porqué quedarse durmiendo en los archivos de la biblioteca de la Universidad en donde se produjo.
Por el contrario, pueden convertirse en trabajos para compartir con el mundo y ser el punto de partida para la creación de otras obras, que continúen y amplíen esas líneas de pensamiento.
Además, te pueden ayudar a visibilizar el trabajo que haces a nivel profesional, y ser el puntapié inicial para el nacimiento de textos de divulgación que cautiven a millones de lectores de todo el mundo
Así que si estás trabajando en una tesis y deseas transformarla en un libro desde Impronta podemos ayudarte. No dudes en contactarnos. ¡Sabemos cómo hacerlo y nos encantaría formar parte de ese proceso!