¿Qué es la autoedición de libros?

Te contamos en este artículo en qué consiste esta forma de publicar que día a día crece en el mundo

¿Qué es la autoedición de libros?
Foto por Kimberly Farmer / Unsplash

La autoedición de libros es un proceso por el cual un autor publica su propio libro sin la intervención de una editorial tradicional. A través de esta modalidad, el autor asume la responsabilidad de todas las partes del proceso -producción, distribución, y comercialización- sin necesidad de depender de una editorial.

Pero antes hay que aclarar algunos aspectos. Editar un libro no es lo mismo que imprimirlo y publicarlo. Es un proceso mucho más complejo que abarca el trabajo de su contenido (texto, fotos e ilustraciones), la corrección ortográfica y de estilo, la maquetación interior, el diseño de tapa y contratapa, el registro legal y comercial, y finalmente sí, la impresión y publicación.

Entonces, ¿Cuáles serían las principales diferencias entre autoedición y publicación tradicional?

La autoedición

En la autoedición el autor tiene el control total de su libro.

Decide sobre el contenido, participa activamente en el diseño interior y de la tapa según sus gustos, elije el soporte que mejor se adapte a sus deseos y necesidades (papel o digital), establece el precio de cada ejemplar y, sobre todo, puede determinar la fecha en la que el libro se publicará.

Para eso, asume el costo de la edición realizando una inversión personal de tiempo y dinero, el cual más tarde podrá recuperar con la venta de los ejemplares, ya que conserva el 100% de los derechos sobre su obra. En otras palabras, el autor es el dueño total del libro y puede hacerlo de la forma en que más le guste, previendo también una campaña de difusión y publicidad para cuando llegue el momento de la venta.

En este punto es importante saber que, con la autoedición, también podemos hacer libros de calidad si durante el proceso nos rodeamos de profesionales que nos asesoren y orienten de la mejor manera posible para nuestro libro.

Además, con el avance de la tecnología digital, la autoedición se ha vuelto más accesible y popular, ya que los autores tienen la capacidad de publicar sus libros en plataformas en línea, como Amazon Kindle Direct Publishing, Google Books, Apple Books, Kobo, Lulu y Smashwords, entre otras.

En definitiva, la autoedición ofrece a los autores un mayor control sobre su trabajo, así como la posibilidad de llegar a una audiencia más amplia sin tener que pasar por el filtro de una editorial tradicional. Sin embargo, también implica asumir todos los costos y responsabilidades asociados con la publicación y la promoción del libro.

La publicación tradicional

En la publicación tradicional, un sello editorial es el que asume el costo de la edición y el que decide todo.

En este caso el autor escribe el manuscrito, lo envía a una editorial y si ésta acepta publicarlo, tendrá que ceder los derechos de explotación de su obra a cambio del 10% de los ingresos que tenga el editor por la venta de cada ejemplar, tomando de base el precio de venta al público.

Desde el momento del acuerdo, el autor se desprende del control del libro y es el sello editorial quien trabaja sobre el contenido, decide según su cronograma editorial cuándo se publicará, cómo será la tapa (generalmente en línea con la estética de la editorial), la calidad del material utilizado en caso de que sea papel, el precio de venta y también si vale la pena o no invertir en una campaña de marketing para lograr su difusión y venta.

Ambos esquemas tienen sus pros y sus contras, pero responden básicamente a un patrón común: quien hace la inversión dineraria, es el que toma la mayor parte de las decisiones. En la autoedición, lo hace el autor. En la publicación tradicional, el sello editor. Sin embargo, en ambos casos, resulta imprescindible la intervención de un profesional de la edición para que nuestro libro se vea de la mejor manera posible.

Entonces ¿Qué conviene?

Para contestar la pregunta, lo mejor es saber qué es lo que estamos buscando con la edición de nuestro libro.

Si queremos verlo publicado de la forma en que siempre lo imaginamos, y en el momento en que nosotros queramos, entonces la vía de la autoedición es la más aconsejable. Para ello, debemos contar con los fondos necesarios para realizar la inversión, y ser conscientes de que nos puede llevar meses recuperar ese dinero y obtener algún beneficio económico.

En cambio, si no tenemos inconveniente en que nuestro material se adapte a los lineamientos del sello editorial (desde la edición del contenido hasta las formas del diseño) y, además, no estamos dispuestos a hacer ninguna inversión monetaria (sea porque no podemos o porque simplemente no queremos) entonces la publicación tradicional puede ser la vía aconsejable.

¿Cuáles serían los beneficios y desventajas de una y otra?

En la autoedición tenemos libertad de acción y decisión. Podemos decidir todo: cómo queremos organizar el contenido, qué forma le queremos dar, qué tamaño nos gusta para el libro, si queremos que tenga fotos o ilustraciones, qué tipo de papel o encuadernación queremos utilizar, y, desde ya, la fecha de la publicación.

También podremos estimar la cantidad de ejemplares a imprimir según el conocimiento que tengamos de nuestros potenciales lectores y pensar en hacer las campañas de difusión y publicidad que sean necesarias para mantener nuestro libro en los paneles de venta.

Si la idea es publicar el libro en formato papel, debemos ser conscientes de que, al no contar con una estructura previamente armada como la que tienen las grandes editoriales, tendremos que invertir tiempo y dinero para lograr que el libro obtenga buenas ventas.

Para ello es fundamental contar con un buen posicionamiento en los buscadores de la web, lo que generalmente se hace contratando una empresa experta en el tema.

En la publicación tradicional, no tenemos que hacer ninguna inversión monetaria y dejaremos todo en manos de la editorial.

En un principio puede sonar muy tentador no tener que destinar dinero para lograr que la publicación se haga efectiva y tener la tranquilidad de que la editorial conoce el mercado para insertar nuestro libro, pero la realidad es que hoy por hoy son muy pocas las editoriales que reciben manuscritos no solicitados.

Y, si tenemos suerte de que esto suceda, dependeremos totalmente de las decisiones que tome el editor y puede tomar meses que nos den una respuesta (por sí o por no) y otros tantos para realizarlo.

La cuestión entonces queda así planteada a grandes rasgos. Hay muchos más aspectos para analizar. Pero hay también una realidad incontrastable.

Con el acceso a Internet y la era digital, el mundo editorial ha cambiado radicalmente en los últimos años, tomando incluso formas aún más novedosas como los audiolibros y los podcasts. Ya no hace falta depender de un sello editorial tradicional para publicar. Todo es mucho más autogestivo y libre, y hay infinidad de vías y canales para hacerlo posible.

Y eso, sin duda, redunda en quienes tengan la voluntad de hacer conocer al mundo sus ideas, pensamientos y experiencias a través de la palabra escrita, como nos gusta hacerlo a nosotros desde Impronta.